miércoles, 5 de marzo de 2008

BRUJAS



Historia


Brujas ha sido ciudad desde el siglo XI. Hacia el 1050, la constante sedimentación fue cerrando la importante salida al mar de la ciudad. Por suerte, una tormenta en 1134 creó un canal natural de salida al mar. Este hecho y la importante y emergente industria de la lana, hizo que la ciudad creciese enormemente, construyéndose sus murallas bajo el patronazgo de los Condes de Flandes. La entrada de la ciudad en la Liga Hanseática, una federación de comercio de ciudades de los Países Bajos, Alemania y Escandinavia, sólo trajo más beneficio a una ciudad que se estaba convirtiendo en una de las más ricas de Europa.
La entrada de Flandes como parte del Reino de Francia en 1297, y la resistencia a aceptar las políticas provenientes de la corona por parte de los flamencos, resultó en un aumento de las tensiones sociales, las cuales empeoraron con la encarcelación por parte de Felipe IV de Francia del Conde de Flandes y el nombramiento de un nuevo gobernador.
El 18 de mayo de 1302, tras haber sido expulsados de sus hogares para poder acoger las a las tropas del ejército francés, el pueblo de Brujas volvió a la ciudad, instigados por Jan Breydel y Pieter de Coninck, y asesinó a cualquier francés que lograron encontrar. Cuenta la leyenda que identificaban a los franceses haciéndoles pronunciar la frase “schild ende vriend” (escudo y amigo), una frase muy identificativa por la pronunciación de los habitantes de la región. Al parecer, los franceses tenían muchas dificultades en pronunciar el sonido [sx] de schild. Dicha masacre es conocida como los Maitines de Brujas.
Felipe IV de Francia mandó una fuerza para acabar con los insurrectos, enfrentándose a ellos y a las fuerzas del Conde de Flandes en la batalla de las Espuelas de Oro, en la que los franceses sufrieron una tremenda derrota.
El establecimiento de Felipe III, el bueno con su corte en la ciudad, trajo una prosperidad cultural importante a la ciudad en el siglo XV. En esta época estuvieron en el exilio en la ciudad Ricardo III y Eduardo IV de Inglaterra. También en esta época William Caxton imprimió en Brujas el primer libro en inglés impreso.
A partir del siglo XVI, los sedimentos habían cerrado sensiblemente el canal abierto, por lo que el poder económico de la ciudad sufrió un serio revés.

Lugares de interés

Todo el centro histórico de Brujas es peatonal, por lo que es un placer recorrer sus calles, disfrutando de las vistas a sus imponentes monumentos góticos. Es habitual recorrer la ciudad en bicicleta, en coche de caballos, o en rutas a través de sus canales. Destacan especialmente la Iglesia de Nuestra Señora, la Catedral de San Salvador, la plaza del Burg donde encontramos el Ayuntamiento y la Basílica de la Santa Sangre, y la plaza Mayor (Grote Markt) donde podremos visitar su campanario gótico (Belfort), de 83 metros de altura y más de 300 escalones. El Begijnhof o beaterio es un tranquilo jardín que destaca por su belleza, especialmente si se visita en primavera. La ciudad alberga una de las sedes del Colegio de Europa.
El Museo comunal de Bellas Artes es el Museo Groeninge, donde pueden verse obras de flamencos primitivos como Jan Van Eyck, Gerard David o Hugo van der Goes.

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